El enigma cotidiano no es un libro de poemas con ilustraciones. Tampoco es un catálogo de cuadros con explicaciones en verso. Soy yo comunicándome con palabras e imágenes, tan válidas y expresivas unas como las otras. No tiene un orden cronológico ni un tema único, transcurre inesperado, como la vida misma. De ahí su nombre.
Si tuviera que utilizar una sola palabra para caracterizar mi arte, esta sería diversidad, también como mi propia vida. Nunca he querido seguir escuelas ni reglas pre establecidas, porque no creo que nada pueda abarcar la maravillosa inmensidad de la que somos parte. Esta es mucho más compleja y a la vez tan simple como la sonrisa de un niño.
Recorre estas páginas e interpreta mis enigmas según te lleguen, así como los sientas. Puedo garantizarte que no hay una sola palabra, ni una simple pincelada, que no hayan emergido de mi experiencia vital, enriquecida ya por la textura de mis tiempos, pero tan fresca e impulsiva como en sus inicios.
Agradezco a todos y cada uno de los personajes que han ido transcurriendo por mí, marcando símbolos en mi piel de artista, que luego se han materializado en esta muestra que hoy doy a luz. Agradezco a todos y cada uno de los maestros y maestras que, hasta sin saberlo, han cooperado con este resultado.
Absorbe con los ojos interiores estas imágenes gráficas y escritas, detente a saborearlas por un momento. Ojalá hayas conseguido vibrar en mi frecuencia: la del amor.
Perla Sofía